El aceite esencial de árbol de té es un clásico en el cuidado natural gracias a sus propiedades antisépticas, purificadoras y revitalizantes. Su aroma fresco y herbal ayuda a limpiar el ambiente, fortalecer la energía y promover la claridad mental. Es ideal para aromaterapia, difusores, baños relajantes o mezclado con aceites portadores para el cuidado de la piel. Un imprescindible para quienes buscan bienestar y equilibrio en su día a día.